Saldus es una pequeña ciudad de Kurzeme que se encuentra en un valle
cercano al río Ciecere y al lago
Saldus. La leyenda nos cuenta que en lugar de un valle en tiempos muy lejanos
se encontraba una gran colina. En lo más alto de la colina un chiquillo solía
sacar a comer a sus cerdos hasta que un día descubrió un gran agujero por el
que cayó por accidente. Dentro encontró una ciudad con habitantes muy generosos
que le ofrecieron deliciosas comidas y bebidas. Los cerdos mientras tanto
volvieron solos a casa, ya que el chico volvió a su poblado al día siguiente.
Cuando le preguntaron dónde había estado, el chico respondió: “comí dulcemente,
bebí dulcemente, en lo alto de la colina de Saldus”; y en cuanto dijo estas
palabras la colina explotó y de su interior surgió la ciudad. Este origen
mágico de Saldus es de una tradición muy antigua, pero en realidad la ciudad es anterior al S. XIII y se ha
visto involucrada en la convulsa historia de Letonia.
Saldus es conocida en Letonia
principalmente porque fue el lugar de nacimiento y hogar de uno de los pintores
letones más célebres, J.Rozentals (J.Rozentāls),
uno de los fundadores de la Escuela Nacional Letona de Pintura. De hecho en una
visita por la ciudad no se puede dejar de visitar su casa, convertida hoy en
museo (J.Rozentāla Saldus vēstures un
mākslas muzejs), e incluso se puede realizar una ruta para visitar los
paisajes que plasmó el pintor.
También tiene fama esta ciudad de ser un lugar dulce, ya que allí se fabrica el delicioso helado Druvas saldējums, que puede degustarse por menos de un lats (LVL). Además es posible visitar la fábrica para observar el proceso de elaboración. También se producen dulces lácteos sobretodo los conocidos como Gotiņa, aunque también caramelos, cremas, y mermeladas. La miel no podía faltar, ya que toda la región circundante está llena de apicultores artesanos. La miel casera es muy preciada y se añade al te, al café y a distintos tipos de infusiones. Incluso se puede ver como trabaja un apicultor local, asistir a una cata de mieles y aprender cómo se recoge y trata la miel y además observar cómo se aprovecha la cera para realizar velas. Si aún no nos hemos empalagado con tanto dulce podemos pasar por alguna de las panaderías y dulcerías que salpican la ciudad para probar todo tipo de pan, pastas y galletas artesanas.
Pero ¿qué podemos visitar en
Saldus? Además del museo que ya hemos mencionado, podemos pasar por sus
iglesias, que albergan diferentes confesiones del cristianismo: luteranos,
católicos y ortodoxos, centros religiosos que además se diferencian
arquitectónicamente, desde el más antiguo, la Iglesia Evangélica Luterana de
San Juan (Sv.Jāņa Saldus evaņģēliski
luteriskās draudzes baznīca), a la más moderna, la Iglesia Católica de San
Pedro y San Pablo (Saldus Sv.Pētera un
Pāvila Romas katoļu baznīca).
Por otra parte merece la pena
salir de la ciudad para acercarnos al montículo donde se situaba el castillo de
la ciudad. Monumento arqueológico nacional cerca del lago Saldus, que fue
construido por la Orden de los Caballeros Alemanes y destruido en la guerra
contra el rey Carlos XII de Suecia durante el s. XVIII.
Volviendo al centro de la ciudad
nos encontramos con la plaza central, punto de encuentro de vecinos y turistas
en el corazón de la población. La amplia
plaza, fue bautizada como la plaza de Oskars Kalpaks (Oskara Kalpaka laukums) en honor a este héroe letón que encabezó el
regimiento que liberó Saldus de los bolcheviques el 10 de marzo de 1919 siendo
la primera ciudad liberada por el Ejército Nacional de Letonia.
Recomendamos además un paseo por un parque pequeño en el centro de la ciudad por el que fluye el río Ciecere
y que nos propone una ruta a través de diferentes especies botánicas. No
queremos despedirnos sin mencionar los lagos naturales y artificiales que
salpican Saldus y sus alrededores y en los que merece la pena darse un baño.
Para los más rockeros no
queremos olvidar el famoso festival de música “Saldus Saule” (el sol de Saldus) muy conocido en Letonia por su
antigüedad e importancia que se celebra en el parque Kalnsetas (Kalnsētas parks).
Fuente usada:
Guía turística de Saldus
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